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Mejores prácticas para usar y mantener chalecos antibalas

2024-09-17 16:05:42

Introducción a los chalecos antibalas

 

Los chalecos antibalas, también conocidos como chalecos balísticos, se encuentran entre los equipos de protección principales para el personal de las fuerzas del orden, militares y de las agencias de seguridad. Estos chalecos están diseñados de tal manera que absorben y, en algunos casos, contienen o reducen el impacto de los proyectiles o la metralla de los dispositivos explosivos, lo que hace que las probabilidades de sufrir lesiones fatales sean bastante bajas. Sin embargo, un chaleco antibalas no hace que la persona que lo lleva esté completamente segura si no se siguen los procedimientos correctos y si no se lo cuida adecuadamente. Este documento describe las mejores prácticas sobre cómo ponerse y cuidar el chaleco antibalas para una mayor seguridad y durabilidad.

 

Ajuste y ajuste adecuados

 

La identificación adecuada de un chaleco antibalas es uno de los factores que determinan el nivel de variabilidad en la eficacia del chaleco. Un chaleco de tamaño inadecuado puede dificultar su movimiento y, al mismo tiempo, brindar una protección deficiente. Estos prácticos consejos pueden ayudarlo a determinar el tamaño ideal:

 

Tallas y medidas: cada diseñador o fabricante de chalecos tiene su propia tabla de tallas; evite consultar otras tablas de tallas a menos que sea para revisar las tallas adecuadas establecidas por el fabricante. En la mayoría de los casos, los chalecos están diseñados de tal manera que se puedan ajustar fácilmente.

 

Pruébelo antes de comprarlo: si es posible, póngase el chaleco antes de recibirlo cuando llegue el momento de la prueba. El chaleco antibalas debe extenderse hasta el torso y cubrir todos los órganos importantes; sin embargo, el usuario también debe poder inclinarse en cualquier dirección. Es fundamental que el chaleco no quede demasiado ajustado y se use sobre el uniforme de servicio básico.

 

Ajuste de las correas y el velcro: si alguna vez se ha puesto un chaleco, normalmente tiene correas ajustables. Debe tomarse el tiempo necesario para ajustar estas piezas para asegurarse de que no quede ni demasiado apretado ni demasiado suelto. Si un chaleco voluminoso queda demasiado apretado, se verá afectado el flujo sanguíneo y la respiración. Si queda demasiado suelto, tiende a moverse sin protección.

 

Forma correcta de vestir

 

Incluso el mejor chaleco antibalas no puede proporcionar una seguridad satisfactoria si se usa de forma incorrecta. Utilice estos consejos para ayudarle a usar el chaleco correctamente:

 

Ropa interior y exterior: para evitar molestias en la piel y ayudar a controlar el sudor, póngase una capa de ropa que absorba la humedad debajo del chaleco antibalas. Asegúrese de que la ropa exterior no interfiera con ninguna de las funciones de funcionamiento del chaleco.

 

Posicionamiento: Hay partes del cuerpo que necesitan protección contra lesiones, el chaleco debe usarse para cubrir esas áreas. El borde superior debe quedar justo debajo de la base del cuello, mientras que el borde inferior debe estar por encima del ombligo, pero debajo del pecho. Esta posición garantiza que las arterias y órganos vitales permanezcan cubiertos.

 

Mecanismos de sujeción: cuando el chaleco esté ajustado con todas las correas, cierres y cremalleras adecuados, debe ajustarse completamente y correctamente. Si el chaleco no está completamente ajustado, en su forma actual, existe una gran posibilidad de que la correa del chaleco se convierta en un peligro en su posición.

 

Inspección y mantenimiento de rutina

 

Los controles regulares y el mantenimiento adecuado son importantes para prolongar la vida útil y aumentar la eficiencia de su chaleco:

 

Inspección diaria: Realice inspecciones visuales breves y suficientes a diario para detectar rasgaduras, roturas o marcas de perforación. Compruebe que todos los velcros, correas y cremalleras funcionen.

 

Inspección mensual más profunda: todos los meses, se deben quitar los paneles balísticos de todos los chalecos y se debe realizar una inspección para detectar desgaste, deformación o limo intracelular. Examine la tela del portachaleco y verifique si hay desgaste superpuesto.

 

Limpieza adecuada: el portachalecos debe lavarse a mano por separado con un jabón suave y agua fría, y no debe escurrirse. No utilice lejía ni otros productos químicos fuertes. Debe dejarse secar al aire y ventilarse, pero no debe exponerse al calor directo ni a la luz solar. Los paneles balísticos deben limpiarse con un paño húmedo con un jabón suave.

 

Consideraciones de almacenamiento

 

Los hábitos de almacenamiento también pueden afectar el funcionamiento de un chaleco antibalas. Siga estas pautas para asegurarse de mantener su chaleco en buenas condiciones:

 

Evite la compresión: no almacene objetos pesados ​​sobre el chaleco, ya que esto puede provocar la deformación de los materiales a prueba de balas causada por la presión excesiva de los elementos convertidos a lo largo del tiempo.

 

Control de temperatura y humedad: coloque el chaleco en un recipiente frío y seco para evitar la condensación y la degradación de los materiales de la cápsula. Las temperaturas extremas de calor o frío pueden afectar negativamente al material del chaleco.

 

Notas adecuadas: Utilice un dispositivo adecuado para colgar el chaleco guardándolo en posición vertical sobre una percha resistente. No se recomienda doblar ni arrugar el chaleco, ya que puede dañar los materiales balísticos con el tiempo.

 

Pautas para el fin de la vida útil y la sustitución

 

Cada chaleco antibalas está diseñado para cumplir una función de protección limitada a una cantidad de años, por lo que un período más o menos largo dependerá del mantenimiento. A continuación, se indica cuándo debería considerar reemplazar el chaleco.

 

Caducidad del fabricante: No olvides el plazo de caducidad que especifica el fabricante, que suele estar comprendido entre 5 y 7 años.

 

Agresión que perfora el chaleco: En caso de que el chaleco haya sido disparado o impactado por cualquier proyectil de alta fuerza, éste deberá ser cambiado inmediatamente, aun cuando no se observen daños visuales.

 

Desgaste de las señales: Cambie el chaleco si está demasiado desgastado para ser efectivo, es decir, tiene grumos de paneles balísticos, olor fuerte o ningún olor e incluso tela deshilachada.

 

Conclusión

 

El chaleco antibalas tiene unas posibilidades de supervivencia muy altas para el usuario; sin embargo, estas posibilidades solo se pueden lograr mediante el uso correcto de la prenda de protección después de su sustitución y el cuidado correcto en la etapa de mantenimiento. Poner énfasis en el ajuste correcto, la inspección periódica, el almacenamiento apropiado y el ciclo de vida del chaleco aumenta la probabilidad de seguridad personal y la eficacia y calidad del chaleco se mantienen intactas, salvo por el desgaste normal.